En el encuentro se abordaron nuevas acciones preventivas, orientadas a reforzar la educación sanitaria, fomentar hábitos de vida saludables y promover el bienestar emocional en diferentes grupos de población
El Salón de Plenos del Cabildo de Tenerife fue el escenario este jueves de la cuarta reunión del Grupo Motor de Trabajo Multidisciplinar para el impulso y coordinación de las acciones insulares en materia de salud mental y hábitos de vida saludable. Esta iniciativa, promovida desde la Consejería de Educación para la Prevención, continúa consolidándose como un espacio estratégico para el diseño, seguimiento y evaluación de políticas públicas que promuevan la prevención, el bienestar emocional y físico de la ciudadanía.
La reunión estuvo presidida por Juan Acosta, consejero de Educación para la Prevención, Verónica Messeguer, Directora General del Mayor y Participación Activa del Gobierno de Canarias, y Diana Mora, Directora del Área de Salud de Tenerife. Los asistentes destacaron la importancia de este grupo como un instrumento clave de coordinación interinstitucional e interprofesional, que permite poner sobre la mesa objetivos comunes, compartir experiencias, recursos y estrategias entre los distintos actores implicados en la promoción de la salud, y generar sinergias que potencien el impacto de las acciones desarrolladas.
Uno de los puntos centrales del encuentro fue el avance del Proyecto FARO, que continúa su expansión territorial con la incorporación de nuevos municipios y el fortalecimiento de su proceso de investigación. Este proyecto ha demostrado tener un efecto transformador en las comunidades donde se implementa, al facilitar el acceso a herramientas educativas, espacios de escucha activa y recursos de intervención que permiten detectar, prevenir y abordar situaciones de vulnerabilidad. FARO se ha convertido en un referente en la promoción de la salud mental comunitaria, gracias a su enfoque modular, flexible y adaptado a las realidades locales.
Durante la reunión también se presentaron nuevas acciones preventivas, orientadas a reforzar la educación sanitaria, fomentar hábitos de vida saludables y promover el bienestar emocional en diferentes grupos de población. En este contexto, el consejero de Educación para la Prevención, Juan Acosta subrayó que “este grupo motor es una herramienta fundamental de coordinación e información, especialmente cuando todas las instituciones participamos en él. Cuando ponemos cosas en común, los resultados son mejores”. Añadió que “las políticas de prevención están recobrando más importancia que nunca, y es nuestra responsabilidad reforzarlas desde la base, con una educación sanitaria sólida que empodere a la ciudadanía y fomente entornos más saludables y resilientes”.
La reunión contó con una participación activa y diversa de representantes técnicos y jefes de servicio de múltiples entidades clave en el ámbito de la salud, la educación y la intervención social. Entre ellas se encuentran la Dirección General de Salud Pública, la Dirección General de Salud Mental y Adicciones, la Dirección General del Mayor y Participación Activa, la Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife, junto a su estructura de promoción de la salud y Screening Point, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Tenerife, el Colegio Oficial de Psicología de Tenerife, profesionales de la Psiquiatría y la Salud Mental, la Federación Canaria de Salud Mental, la Viceconsejería de Educación, la Dirección Insular de Igualdad y Diversidad, y el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS). Esta diversidad institucional refleja el compromiso colectivo con la salud pública y la necesidad de abordar los retos actuales desde una perspectiva multidisciplinar y colaborativa.
Este encuentro reafirma el compromiso del Cabildo de Tenerife con la salud mental y la promoción de hábitos de vida saludable, consolidando un modelo de trabajo colaborativo que sitúa la prevención, la coordinación y la educación sanitaria como pilares fundamentales de las políticas públicas insulares. La apuesta por la prevención no solo mejora la calidad de vida de la población, sino que también fortalece el sistema sanitario, reduce la carga asistencial y promueve una cultura de salud basada en el conocimiento, la participación y la corresponsabilidad.