La consejera de Acción Social, Águeda Fumero, resaltó que “nuestra voluntad es que la institución insular se convierta en una herramienta útil para los ayuntamientos en el cumplimiento de sus competencias en este ámbito, ante una realidad social que afecta a un número importante de personas”
El Cabildo de Tenerife, a través de la consejería de Acción Social, celebró hoy viernes las II Jornadas de Sinhogarismo de Tenerife, con el objetivo de “crear un espacio en el que podamos fortalecer la respuesta institucional y comunitaria frente a la exclusión residencial en las islas”.
Las Jornadas contaron con la participación de más de 170 personas, entre las que se encontraban profesionales de servicios sociales, responsables técnicos de ayuntamientos y entidades del tercer sector, generando un espacio de reflexión y análisis en el marco de la Estrategia Insular para la Inclusión Social y Comunitaria de las Personas en Situación de Sinhogarismo, que el Cabildo puso en marcha en 2024.
La consejera de Acción Social, Águeda Fumero, aseguró que “nuestra voluntad es que el Cabildo se convierta en una herramienta útil para los ayuntamientos en la consecución de sus competencias en materia de sinhogarismo” y agregó que “ésta es una situación social que afecta a un importante número de personas, y nuestro objetivo se centra en habilitar herramientas que eviten que esa situación se cronifiquen, facilitando la inclusión social de los ciudadanos que se encuentren en situación de sinhogarismo”.

Durante la inauguración de las Jornadas, se dio a conocer el resultado del informe elaborado por Cáritas sobre sinhogarismo en Tenerife en 2024, que constató que, durante ese año, un total de 2.838 personas se encontraban en exclusión residencial extrema en Tenerife. El informe de Cáritas considera que esta circunstancia se ve agravada por la crisis en el acceso a la vivienda y las deficiencias estructurales del sistema de protección, entre otros factores.
La radiografía del sinhogarismo en Tenerife muestra una distribución geográfica desigual pero significativa. Santa Cruz de Tenerife concentra el 37,1% del total, seguida de Arona (10,8%), Adeje (9,5%) y Puerto de la Cruz (9,5%). Estos cuatro municipios, junto con San Cristóbal de La Laguna (8,4%) y Granadilla de Abona (6,3%), reúnen al 81,6% de todas las personas afectadas por esta situación, lo que refleja claramente la correlación entre el incremento y las condiciones del mercado de acceso a la vivienda de alquiler residencial, que determina en la actualidad que más personas se encuentren en exclusión residencial.
El informe desgrana las múltiples caras de una emergencia habitacional que se extiende por los 31 municipios de Tenerife. Lejos de limitarse a las personas que pernoctan en la calle, el estudio incluye todas las formas de exclusión residencial definidas por la “tipología ETHOS” (una clasificación europea que define y categoriza las diferentes situaciones de sinhogarismo y exclusión residencial). Estas van desde quienes malviven en infraviviendas o asentamientos improvisados, hasta quienes sobreviven en alojamientos temporales o se hacinan en condiciones inhumanas. Estas variadas situaciones de vulnerabilidad han sido incluidas en el informe en función de los distintos escenarios de exclusión residencial que se encuentran los equipos técnicos de atención a este colectivo con los que cuenta Cáritas Diocesana de Tenerife.
En este contexto, el programa de la segunda edición de las Jornadas de Sinhogarismo incluyó ponencias especializadas sobre acceso a la vivienda, salud mental, empleabilidad, discriminación estructural y modelos de atención integral, así como mesas redondas con representantes de entidades como Cáritas Diocesana de Tenerife, Cruz Roja, Coordinad@s, Nuevo Futuro o Fundación Buen Samaritano.
Uno de los ejes clave fue la presentación de avances del primer año de implementación del marco estratégico insular, que ha contado con una dotación de más de 1,6 millones de euros y ha impulsado acciones coordinadas en los municipios con mayor incidencia del fenómeno.
También se desarrollaron talleres participativos donde se abordaron retos emergentes como el sinhogarismo femenino, la cronificación de la exclusión, la atención sociosanitaria en calle o la transición hacia modelos Housing First.