El nuevo espacio verde de la calle César Manrique recuerda a Emilia Fernández, asesinada tal día como ayer hace 16 años por su expareja
La alcaldesa de Tacoronte, Sandra Izquierdo; el concejal de Parques y Jardines, Iván Hernández; y las concejalas de Igualdad y Deportes, Vanessa Luis-Ravelo y Yaiza Díaz, respectivamente, presidieron ayer martes el acto de rotulación del nuevo espacio verde de la calle César Manrique con el título «Jardín del Recuerdo», en memoria de Emilia Esperanza Fernández y de todas las víctimas de violencia machista. La representación familiar de Emi estuvo encabezada por su hermana Lali Fernández, quien ha participado de forma activa en todos los preparativos de este emotivo homenaje.
En los últimos meses se han venido ejecutando diversas tareas de adecentamiento, limpieza y embellecimiento general de los 300 m2 del talud ubicado en la cara sur de la céntrica vía de La Estación, lo que ha permitido transformar un espacio abandonado, lleno de maleza y sin protecciones de ningún tipo en un entorno, amable y ordenado, delimitado por muros de piedra y con diferentes tipos de árboles y plantas, como viñátigos y helechos.
Tras unas breves palabras de la regidora tacorontera se procedió al descubrimiento de una placa y a la presentación del roble del jardín, figura protagonista de la ornamentación natural elegida para el lugar por sus dieciséis años de vida, los mismos que han pasado desde que Emi perdiera la vida a manos de su expareja, el 20 de mayo de 2009. El departamento que dirige Iván Hernández ha querido conservar así el espíritu solidario y de respeto que representa este enclave para toda la ciudadanía, protegiendo la memoria de Emi con una imagen más elegante y cuidada. Con este acto simbólico, Tacoronte subraya su respaldo y cariño general hacia las víctimas de violencia de género y sus familias, condenando enérgicamente la lacra social y reforzando su compromiso para combatirla.
El día que Tacoronte se detuvo
Tenía 34 años y trabajaba en una conocida tienda de ropa de La Estación. Emilia Esperanza Fernández Rodríguez sufría acoso y maltrato por parte de su expareja, de 38 años. Una orden de alejamiento la mantenía alejada de su verdugo, pero no fue suficiente. Su entorno más cercano declaró en aquel entonces que Emi, como era conocida de manera cariñosa, tenía miedo, vivía preocupada por las reacciones de aquel señor violento y provocador, capaz de plantarse en su casa familiar del barrio de La Luz o en su propio trabajo para exigirle explicaciones o amenazarla sin reparo alguno.
El asesinato de Emi fue uno de los golpes más duros que Tacoronte ha sufrido en la etapa democrática actual. Miles de personas salieron a la calle en aquellos días para condenar lo sucedido, movidas por el dolor y la rabia de un suceso que a día de hoy sigue emocionando a quienes lo vivieron de cerca. El municipio ingresaba así en la lista negra de la violencia machista, con una muerte cruel, cobarde, macabra, a manos de un hombre que posteriormente decidía quitarse la vida.
