La instalación de placas fotovoltaicas flotantes en la balsa de San Antonio, en La Matanza de Acentejo, finalizará durante el primer trimestre de 2025, tal y como adelantó el consejero de Sector Primario del Cabildo de Tenerife, Valentín González.
Esta iniciativa es un proyecto piloto, pionero en Canarias, para autoconsumo de la balsa, que la empresa pública Balsas de Tenerife (BALTEN) ha iniciado con el objetivo de la descarbonización de su actividad, “disminuyendo el uso de combustibles fósiles y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Valentín González incide en que “impulsamos el desarrollo de un modelo energético sostenible, basado en la eficiencia energética y las energías renovables, apostando por valores como la innovación, la investigación y el desarrollo”.
La planta fotovoltaica flotante de la balsa de San Antonio está compuesta por tres generadores, dos de ellos flotantes, que producirá, anualmente, 160.000 kWh, con un ahorro de emisiones de 124 toneladas de CO2, lo que equivaldría a plantar unos 6.200 árboles.
Además, se trata de un sistema que permite incrementar la generación frente a plantas de suelo, por la refrigeración del panel, reducir la evaporación del agua almacenada, incrementar la calidad del agua y reducir las labores de mantenimiento de la balsa por la aparición de lodos.
Otra de las importantes ventajas de este proyecto es que “no consume suelo, al instalarse sobre la lámina de agua”, algo que el consejero de Sector Primario calificó como “de especial interés, ya que cerca del 50% del territorio de Tenerife cuenta con algún grado de protección”.