El arranque de la romería de San Isidro se sitúa en 1846, pero a partir del año 1936 la organiza el Liceo de Taoro tal y como se conoce en la actualidad
En esta edición se contará con 80 carretas y se espera la participación de más de 25.000 personas
Las Fiestas Patronales de La Orotava continúan con la celebración de los principales actos, y este fin de semana, de remate de fiesta, con los eventos folclóricos populares que son multitudinarios. Tras el baile de magos, la feria de ganado y la Subida de los Santos, llega mañana domingo, otro día grande con la celebración de la tradicional romería en honor a los santos patronos San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, y que como bien dice la copla: “…la más bonita que hay en Canarias”.
La eucaristía solemne tendrá lugar a las 11.30 horas en la iglesia de la Concepción, que se puede seguir en directo a través de las redes sociales del ayuntamiento y televisiones locales. Durante el ofertorio tendrá lugar la ofrenda de frutos del campo y la renovación de la promesa de los labradores y labradoras. La parte musical es a cargo de la agrupación folclórica Higa, que interpretará la misa con ‘aires canarios’. Una vez terminada la Eucaristía, tendrá lugar la procesión de los Santos Patronos, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, hasta la Casa de los Balcones donde recibirán el homenaje de la romería organizada en su honor.
La romería arrancará a las 13.30 horas, desde San Francisco, con la Reina de las fiestas, Damas de Honor y Romera Mayor, alcalde de La Orotava, Francisco Linares, miembros de la corporación municipal y autoridades insulares y regionales que asistan al evento.
La Sociedad Cultural Liceo de Taoro organiza esta romería desde el año 1936, pero se celebra la 88 edición ya que no se pudo celebrar en 2020 ni 2021 por la pandemia mundial. La sociedad siempre cuenta con la colaboración del Ayuntamiento villero.
En esta octogésimo octava edición, que discurrirá como es tradición desde San Francisco hasta la Plaza de la Paz, se cuenta con 80 carretas, y una treintena de parrandas. La última carreta será la de la Romera Mayor acompañada por el resto de candidatas a este título. Y una vez pase por delante de los Santos, cargados por los labradores, se sumarán al recorrido cerrando la romería. Este año se espera contar con una participación de más de 25.000 personas.
La romería culminará con la llegada de los santos a El Calvario donde tendrá lugar la venia a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Luego la fiesta continuará con baile de romería en la plaza Franchy Alfaro a cargo de las orquestas Timbara y Olimpia, en la plaza del Ayuntamiento se ofrecerá música de ambiente a cargo del DJ Renzzo El Selector.
Durante la romería, todos los participantes deberán cumplir las órdenes de la organización. El responsable de la carreta velará por el respeto a las tradiciones, la adecuada vestimenta de todos los participantes del grupo y exigirá el cumplimiento de las normas impuestas (trajes típicos completos, evitar el calzado deportivo, relojes, gafas de sol y cualquier otro elemento ajeno a lo tradicional).
La Sociedad Liceo Taoro organiza el octavo concurso de carreta, carro y grupo folclórico participante en la romería. Las carretas deben estar convenientemente decoradas con elementos y recursos propios de la tradición romera. El jurado valorará la originalidad de los diseños, así como el nivel de trabajo y dedicación en los mismos, siempre y cuando la temática gire en torno a la artesanía, usos, costumbres y tradición de nuestra tierra. También se tendrá en cuenta el valor artístico, la complejidad de realización y resultado final. Y se apreciará la vestimenta de los componentes de la carreta.
La Infraoctava del Corpus y la Romería de San Isidro es desde 1980, Fiesta de Interés Turístico Nacional. Han pasado años, pero la romería de La Orotava en cada edición corrobora que sigue siendo una de las mejores fiestas tradicionales de la isla y la más bonita que hay en Canarias.
Historia
Según los datos históricos, el arranque verdadero de la romería de San Isidro debe situarse, en su etapa contemporánea en el año 1846, quedando desde entonces sentadas las bases de la festividad y el protagonismo que en las mismas deben tener las gentes de nuestros campos. Sin embargo, la celebración ha sufrido a lo largo de estos años de existencia modificaciones, sin perder por ello la esencia que la impulsó a nacer. La actual romería de San Isidro parte de un formato adquirido en el año 1936 cuando adquirió especial categoría, bajo los cuidados y organización de la Sociedad Liceo de Taoro, como especial idea de la junta directiva y de su presidente César Hernández Martínez; a partir de aquella ocasión se agregaron al desfile caballerías y carretas enramadas.
Tal y como se hacía antaño las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza van precedidas de carretas y abriendo la marcha mulos enjaezados; y a la grupa, gente vestida a la antigua usanza regional. Desde ese año 1936 el Liceo de Taoro tiene a su cargo la ordenación de este imperante número festero, cuya categoría se ha acentuado hasta constituir la magna manifestación del folklore regional. Parrandas, cantadores, grupos o solistas… todos forman un mosaico colorista ataviados con los trajes regionales de Tenerife, La Orotava y otros puntos de las siete islas. Bailarines, tocadores y cantadores se enfrascan con frenesí en entonar las canciones del folclor popular canario flotando por encima de los adoquines de las calles villeras con isas y folias, bailes y cantos.
Esta manifestación alegre y colorista, en la que van parrandas y carretas con motivos isleños, congrega a miles de personas para presenciarla. El desfile se mueve al ritmo de las danzas regionales cuya música interpretan los tocadores de guitarras, bandurrias, laúdes y timples, formando regocijantes grupos presididos por una romera mayor.
Cierra el cortejo las esculturas de San Isidro y Santa María de la Cabeza que son portadas sobre sus correspondientes basas por los labradores que llevan aguijadas, largas varas, con cintas de diverso colorido. Gozan de esta prerrogativa por virtud de un tradicional legado transmitido de padres a hijos y de tal manera cumplido que este derecho adquirido de llevar los santos en la procesión; conserva y se defiende como un fuero.
