Puerto de la Cruz vivió este pasado martes una de las jornadas más esperadas y emotivas del año, de sus Grandes Fiestas de Julio con la celebración del Martes Grande, un día donde la devoción y el orgullo marinero se fundieron en cada rincón del municipio.

Desde primeras horas de la tarde, el ambiente festivo fue tomando fuerza comenzando con la tradicional prueba de la Cucaña en el muelle pesquero, que volvió a arrancar risas, aplausos y entusiasmo entre los asistentes.
A las 17:15 horas la Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia acogió la solemne concelebración de la Eucaristía en honor a Nuestra Señora del Carmen y San Telmo, con el Gran Poder de Dios presente, presidida por los reverendos padres agustinos Ángel Andrés Blanco, Jojo Neyssery LonanKutty y Aldrin Melgar Alvarado. Además, contó con la participación musical del Coro San Andrés y Santa Mónica de Los Realejos y reunió a cientos de fieles en un ambiente de gratitud a los santos.

Miles de personas se congregaron este pasado martes en las calles del casco y el muelle pesquero para acompañar a las veneradas imágenes en su recorrido, que comenzó en la calle Quintana y continuó por Santo Domingo y La Marina, donde tuvo lugar una emocionante exhibición pirotécnica antes del embarque, el momento más esperado de las grandes fiestas.
El instante en el que los cargadores alzaron las imágenes al cielo para ser embarcadas fue uno de los más simbólicos de la jornada. El público, entre emoción contenida y aplausos, aguardaba escuchar la frase que marca el inicio de la travesía: “¡No pasa nada, la Virgen está embarcada!”.