Puerto de la Cruz presenta una notable disminución de sus indicadores de criminalidad en los primeros seis meses de 2025, conforme al más reciente Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. Estos datos consolidan a la ciudad como uno de los destinos turísticos más seguros de las Islas Canarias y subrayan el compromiso municipal con la seguridad ciudadana.
Datos clave:
- Hasta el 2.º trimestre de 2025, Puerto de la Cruz ha registrado una reducción del 19,59 % de infracciones penales respecto al mismo periodo del año anterior.
- En comparación con los primeros tres meses del año, donde ya se había observado un descenso notable, este comportamiento muestra una tendencia persistente hacia la baja.
El alcalde portuense y responsable del Área de Seguridad Ciudadana, Leopoldo Afonso, ha valorado estos resultados de forma muy positiva, señalando que “estos datos suponen más que cifras: son garantías de tranquilidad para nuestros vecinos y visitantes. Refuerzan la imagen de Puerto de la Cruz como un destino seguro, acogedor, un lugar donde vivir y disfrutar sin temor.”
Ha recalcado además que “la seguridad ciudadana no es cuestión de estadísticas únicamente, sino de vida diaria, proximidad y políticas efectivas. Agradezco el esfuerzo de todas las fuerzas de seguridad, cuerpos policiales, así como la colaboración activa de la ciudadanía”.
El Ayuntamiento destaca que esta mejora se debe principalmente a:
- La cooperación y coordinación sostenida entre Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil.
- Estrategias municipales centradas en la prevención, la intervención temprana y la vigilancia en puntos críticos.
- Mejora del equipamiento, formación y presencia policial en las zonas de mayor afluencia turística.
- La creación de nuevas unidades dentro del Cuerpo de la Policía Local.
Para mantener esta tendencia favorable, el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz se compromete a continuar reforzando los recursos en materia de seguridad ciudadana, tanto humanos como materiales; revisar y actualizar las políticas de seguridad pública, adaptando estrategias en función de la evolución de los delitos y mantener una comunicación transparente con la ciudadanía, informando periódicamente sobre los niveles de seguridad y riesgos detectados a través de los canales oficiales existentes.