‘Párkinson Tenerife’ pone en marcha la primera unidad de disfagia especializada en párkinson de Canarias

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Párkinson Tenerife ha puesto en marcha la primera Unidad de Disfagia especializada en personas con párkinson de Canarias, un recurso pionero en el Archipiélago que marca un hito en la atención sociosanitaria a personas con esta enfermedad neurodegenerativa. La unidad, que cuenta con el apoyo y financiación de la Fundación DISA, nace con el objetivo de abordar de forma integral uno de los síntomas más graves y comunes de la enfermedad de Parkinson como son las alteraciones en la deglución.

La disfagia afecta a más del 80% de las personas con párkinson en algún momento del desarrollo de la enfermedad. Se trata de un síntoma que puede provocar desnutrición, deshidratación y neumonía por aspiración, siendo esta última una de las principales causas de mortalidad en esta población. Pese a su frecuencia, sigue siendo un problema infradiagnosticado y no siempre se aborda con la especialización que requiere.

La nueva unidad, ubicada en la sede central de Párkinson Tenerife en La Laguna, está diseñada para ofrecer una intervención personalizada e interdisciplinar, con un equipo compuesto por logopedas especializadas en disfagia, fisioterapeuta, psicóloga y auxiliar de enfermería. Además, se establece una coordinación sociosanitaria continua con profesionales de la nutrición, medicina, enfermería y neurología, entre otras especialidades. Durante los últimos meses Párkinson Tenerife ha trabajado en la creación de este espacio, con la adquisición de material y la creación de protocolos de actuación.

Un abordaje preventivo y humano

«Para muchas personas con párkinson, poder tragar sin dificultad no es un acto automático, sino un desafío diario. Esta unidad nos permite detectar y tratar la disfagia de forma temprana, antes de que aparezcan complicaciones mayores», señala Nayra González, directora de Párkinson Tenerife. «Gracias a la colaboración de la Fundación DISA, podemos dar un paso más en el compromiso con la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias».

La unidad combina tecnología avanzada de diagnóstico —como ecógrafos o sistemas de medición de presión lingual— con terapias rehabilitadoras y sesiones educativas tanto para las personas afectadas como para sus cuidadoras. Entre los servicios se incluyen evaluaciones clínicas de la deglución, adaptación de la alimentación, uso de dispositivos de asistencia, formación práctica y seguimiento continuo.

Una unidad centrada en cada persona

Según explica Ángela Seguí, logopeda de la unidad, «cada persona con párkinson vive la disfagia de forma distinta, por eso adaptamos el tratamiento a su situación concreta. En algunos casos trabajamos para mantener la seguridad al comer y beber, y, en otros, para mejorar la fuerza muscular. Nuestro objetivo es siempre el mismo: que esa persona pueda alimentarse con dignidad y con el menor riesgo posible».

La intervención no se limita al tratamiento, sino que también tiene un fuerte componente preventivo. «Muchas veces la persona no es consciente de que traga mal hasta que tiene una neumonía. Por eso hacemos campañas de detección, talleres de formación y acompañamos a las familias en todo el proceso», añade Seguí.

Innovación al servicio de la vida cotidiana

La Unidad de Disfagia incorpora dispositivos terapéuticos como sistemas de estimulación neuromuscular o materiales de entrenamiento para la musculatura implicada en la deglución. También se imparten talleres para adaptar las comidas, modificar la textura de los alimentos o aprender técnicas de deglución seguras, todo con un enfoque práctico y humanizado.

«Una persona con párkinson puede llegar a dejar de comer por miedo a atragantarse. Nuestra labor es evitar que eso ocurra», afirma la especialista. En palabras de Nayra González, “no hablamos solo de salud, sino de autonomía, bienestar y dignidad”.

Además de la atención directa, la unidad desarrolla estudios de casos y programas de investigación sobre nuevas técnicas y tratamientos, con el fin de mejorar las prácticas clínicas y contribuir al conocimiento científico en este ámbito.

Financiación comprometida con el bienestar

La Fundación DISA ha financiado la puesta en marcha de esta unidad en el marco de su compromiso con la mejora de la calidad de vida y el impulso a proyectos innovadores de carácter social y sanitario. «Su apoyo ha sido fundamental para hacer realidad un servicio que era urgente y necesario», agradece la directora de Párkinson Tenerife, Nayra González.

Este proyecto se enmarca en el trabajo que la asociación viene desarrollando desde hace casi 25 años, con servicios especializados de fisioterapia, logopedia, psicología y trabajo social, entre otros.

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